Grytviken se encuentra en la isla de South Georgia, en la Antártida. Su nombre significa «Cala o Puerto del Caldero», bautizada así por un topógrafo sueco que en 1902 encontró allí un gran caldero para extraer aceite de las focas (a finales de 1770 ingleses, americanos y rusos empezaron a explotar la caza de focas en la isla). Es el mejor puerto de South Georgia, elegido por el capitán noruego Carl Anton Larsen en 1904 como emplazamiento para la primera estación ballenera en la zona. Hoy sólo quedan los vestigios de lo que una vez fue un asentamiento considerablemente grande para la Antártida. La explotación ballenera cesó en Grytviken en 1965, y unos años más tarde, en 1971, el emplazamiento era abandonado.
Hoy Grytviken está en ruinas. Casas vacias, tiendas, edificios administrativos, una iglesia, una fundición, una pequeña planta hidroeléctrica, incluso barcos de la flota usada por los balleneros, en gran parte sumergida. Todo lo que queda del pueblo yace a merced de las mareas y el viento, con un fondo de impresionantes montañas nevadas. El enorme tamaño de la planta procesadora de ballenas puede darnos una idea de la matanza que allí tuvo lugar. Según los viejos relatos, sobretodo durante 1910 y 1930 las aguas de King Edward Cove se volvieron rojas al teñirse con la sangre de las grandes mamíferos. Fue el auge de la industria. Después, paulatinamente, las ballenas fueron desapareciendo, hasta que en 1965 ya no quedaba qué cazar.
Aunque ya a principios del siglo XX había grupos que protestaban contra la matanza de ballenas, no fue hasta 1946, al crearse la International Whaling Convention, cuando se empezó a tratar el problema de la sobreexplotación de estos animales. Pero las medidas de conservación llegaron tarde: la población de ballenas en la Antártida todavía hoy es reducida, sobretodo en lo que respecta a la Ballena Azul y la Ballena de Aleta.
La vida de los balleneros era dura. Un dicho que podía oirse en los primeros años era: «más allá de los 40º no hay ley; más allá de los 50º no hay Diós». Para intentar remediar algo la situación, el Capitán Larsen financió una iglesia personalmente. La iglesia de Grytviken fue la primera levantada en la Antártida. Originalmente la construcción estaba en Strømmen, Noruega. Fue desmantelada y llevada a Grytviken para ser reconstruida a finales de 1913. Las obras acabaron a tiempo para que la iglesia fuera abierta y consagrada el día de Navidad. El clérigo de la iglesia describió a la congregación de esa Navidad como «hombres jóvenes en la plenitud de su vida, curtidos y fuertes, mostrando las marcas de un trabajo duro» y se lamentaba de que «la vida cristiana no calaba mucho entre los balleneros». Debido a la soledad en la que vivían los trabajadores, muchos de ellos volvían a sus casas mentalmente trastornados. 1
Grytviken fue la última parada de Shackleton antes de adentrarse hacia el Mar de Weddell. Llegó a la isla el 5 de Noviembre de 1914, y se encontró con advertencias de precaución por parte de los balleneros que trabajaban en la isla. Le avisaron de que era un mal año para el hielo, recomendando retrasar su partida hasta que las placas de hielo remitieran. Shackleton pasó un mes en Grytviken, pero finalment partió con el Endurance el 5 de Diciembre de 1914. Las advertencias de los balleneros se verificaron demasiado pronto. El Endurance quedó aprisionado en el hielo durante 10 meses antes de acabar hundido en las congeladas aguas de la Antártida.
1- The Crystal Desert: Summerns in Antarctica, by David G. Campbell. Houghton Mifflin Harcourt, 2002 – page 227.