Tunguska (Siberia – Rusia)

El evento de Tunguska - imagen tomada por Kulik, mineralogista ruso que dirigió la primera expedición a Tunguska en 1920
El evento de Tunguska

En el verano de 1908, un cuerpo desconocido proveniente del espacio dio lugar a una misteriosa explosión sobre el bosque de Tunguska, en el centro de Siberia. La explosión tuvo lugar el día 30 de Junio, pero los científicos que registraron el fenómeno en la época afirmaron que algunos eventos extraños empezaron a suceder tres días antes, el 27 de Junio de 1908. Desde Europa Occidental, la parte europea de Rusia y el oeste de Siberia se observaron anomalías ópticas en la atmósfera: extrañas nubes plateadas (lo que hoy conocemos por nubes noctilucentes), crepúsculos inusualmente brillantes e intensos halos solares.

A las 0 horas 14 minutos GMT, cuando el objeto pasaba cerca del río Podkámennaya Tunguska (literalmente «Tunguska bajo las piedras»), explotó con la fuerza equivalente a 40 o 50 megatones (según Rubtsov). La explosión se oyó a 800 km desde el epicentro, y rompió algunas ventanas en un radio de 200 km. La onda sísmica se registró en Irkutsk, Tashkent, Tbilisi y Jena. La sacudida se sintió en 2.100 km2 y el destello quemó lo que encontró a su alrededor a 200 km2 a la redonda. Minutos después de la explosión, al acontecimiento se sumó una tormenta geomagnética (registrada en Irkutsk) que duró unas 5 horas.

Desde los años 1920’s, cuando realmente empiezan las investigaciones y la recogida de declaraciones de los habitantes de la zona, se barajan varias teorías; hasta después de la II Guerra Mundial la más aceptada es la del impacto de un meteorito. Pero en 1958, en una expedición organizada por el Comité de Meteoritos de la Academia de las Ciencias de la Unión Soviética, se concluyó que la explosión no había tenido lugar al impactar el objeto sobre la tierra, ya que no había un gran cráter en el epicentro y los árboles, aunque tumbados, no habían desaparecido. Desde ese año la mayoría de científicos interesados en la investigación aceptaron que la explosión había sido aérea, por lo que difícilmente el cuerpo extraño podía tratarse de un meteorito normal.

 Asteroid Science Explosion Images Impact Kulik Leonid Meteoroid Russia Siberia Earth Tunguska
Primera expedición de Kulik , mineralogista ruso que dirigió la primera expedición a Tunguska en 1920
 Asteroid Science Explosion Images Impact Kulik Leonid Meteoroid Russia Siberia Earth Tunguska
Primera expedición de Kulik

 

Después de 40 años de estudiar el fenómeno, el profesor Nikolay Vasilyev decía: «La mayor paradoja de la situación actual es que no se han encontrado sustancias cósmicas que pudieran ser identificada como pertenecientes al meteorito de Tunguska.» De todas maneras, la mayoría de investigadores del fenómeno ocurrido en Tunguska, creen que la sustancia que cayó a la tierra todavía está preservada en algún lugar de la taiga, y se puede encontrar. Es decir, están seguros de que fue un meteoroide.

Diferencias entre Asteroide, meteoroide y meteorito – http://www.bbc.co.uk/science/space/solarsystem/other_solar_system_bodies/asteroid

Asteroid Ida and its moon
Asteroide Ida y su luna – Fuente: Nasa – Si este asteroide o su luna se rompen podrían convertirse en un meteoroide.

Según Don Yeomans, director de la Oficina del Programa de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, «si quieres comenzar una conversación con cualquiera que estudie los asteroides todo lo que tienes que decir es Tunguska. «Es la única entrada de un gran meteoroide que tenemos en la era moderna, con testigos de primera mano«.

La Nasa estima que el asteroide que impactó en Tunguska entró a la atmósfera de la Tierra viajando a una velocidad de unos 53.900 Km/h. Durante su rápida caída, calentaría el aire circundante a unos 24.700 ºC.

A las 7:17 de la mañana (hora local en Siberia), a una altura de unos 8.500 metros de la tierra, la combinación de presión y temperatura causarían la fragmentación del asteroide y su aniquilación, consumiéndose gran parte del asteroide en la explosión.

Yeoman y sus colegas se encargan de seguir a los cometas y asteroides que pasan cerca de la tierra, y que podrían ser potencialmente peligrosos para el planeta. Estadísticamente hablando, estiman que un asteroide del tamaño de Tunguska podría entrar a la atmósfera de la tierra cada 300 años.

Evento de Tunguska – Imagen tomada por Kulik en 1927
Tunguska hoy

BIBLIOGRAFIA

RUBTSOV, Vladimir; ASHPOLE, Edward. The Tunguska Mystery. Springer Science & Business Media, 2009. 328 páginas.

http://science.nasa.gov/science-news/science-at-nasa/2008/30jun_tunguska/

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