Adoro la carretera. Sobre todo hacer km. por parajes poco transitados. Hace unos días leía un artículo sobre carreteras remotas y peligrosas y decidí escribir sobre algunas de ellas. Esta es mi pequeña selección. Si tuviera que elegir recorrer una de ellas me quedaría con la del Karakórum ¿Cuál sería la vuestra?
La Carretera de Las Yungas – Bolivia
Las Yungas son valles tropicales que se levantan unos cientos de metros sobre el nivel del mar, rodeados de montañas que pueden alcanzar los 4.500 metros. Este terreno extremadamente escarpado, el fango, los desprendimientos de rocas y una carretera inadecuada, convirtió a la región de Las Yungas en una zona de muy difícil acceso. Aunque algunas de las comunidades de Las Yungas se encontraban a menos de 150 km. de La Paz, llegar desde allí a la capital era toda una odisea. Había que recorrer una carretera fangosa y muy transitada a ciertas horas por vehículos decrépitos; conducir al borde de acantilados de cientos de metros por un camino de un solo sentido y sin guardarrailes. Está considerada como la carretera más peligrosa del mundo por los operadores turísticos, y en Bolivia se la conoce como La Carretera de la Muerte.
La Carretera de la Muerte conecta Coroico con La Paz, recorre 64 km. y salva un desnivel de 3.600 metros. El pavimento es de tierra y gravilla, y aunque existen apartaderos, la anchura de la vía no excede los 3,20 metros. La niebla y la lluvia son muy frecuentes, y los acantidalos pueden llegar a los 800 metros de altura. Cada día era escenario de accidentes, cobrándose cientos de vidas al año. Hoy ya no existe para el tráfico diario de vehículos: ha pasado a convertirse en escenario de aventureros con ganas de emociones fuertes y sobre todo de ciclistas que deciden bajar la carretera en mountain bike (la nueva carretera de Las Yungas se inauguró en 2006, ya asfaltada y con dos carriles bien anchos).
Dalton Highway – Alaska Route 11
La Dalton Highway es la carretera para ir de Fairbanks, la ciudad más grande de la región interior de Alaska, al Círculo Ártico, hasta la región de Prudhoe Bay (823 km.). Fue construida en 1974 para dar acceso a los campos de petróleo que se encontraban en las zonas más remotas del norte. En los primeros 20 años de la apertura de la carretera, sólo se podían recorrer 466 km, el resto estaba cerrado al público. Pero desde 1994 la carretera se abrió completamente a todo el mundo, y hoy quien quiera puede llegar hasta Deadhorse, el último pueblo en el camino.
La superficie de la carretera es de gravilla apisonada tratada con cloruro de calcio, que impide que se levante el polvo al circular con el vehículo. Lo que debería ser una ventaja para la carretera a veces se convierte en un peligro, ya que permite velocidades cercanas a las de una autopista en una región donde las condiciones climatológicas son adversas la mayor parte del año.
El que se aventure en la Dalton Highway debe llevar neumáticos de repuesto, ya que el tipo de calzada que mencionábamos los castiga mucho, y hay muy pocos sitios donde reparar los vehículos. Como ejemplo, decir que en los 800 km. que recorre sólo hay cuatro estaciones de servicio; dos de ellas a sólo 6 km. de distancia entre una y otra. Por eso, cualquier avería mecánica en medio de esta ruta puede tener consecuencias serias. Según dicen, es difícil que los camioneros y personal de las explotaciones del norte paren a ayudar: según ellos los que viajen por la Dalton deben estar informados y muy preparados para esta carretera remota. Se debe conducir siempre con las luces encendidas; llevar alimentos, agua, mantas y combustible extra; tener siempre muy en cuenta que esta carretera está muy transitada por camiones algo kamikazes; tener cuidado con los animales salvajes que se puedan cruzar en el camino, sobre todo con los osos y los caribús; llevar dinero en efectivo, porque es posible que en alguna de las paradas no se acepten tarjetas de crédito.
History Channel ha hecho un programa sobre los camioneros que se juegan la vida cada año en la Dalton Higway. Aquí dejo el enlace al programa.
M56 Autopista de Kolyma o Carretera de los Huesos – Rusia
La Atopista de Kolyma es también tristemente conocida como «La Carretera de los Huesos». Fue construida en su totalidad por muchos de los condenados a trabajos forzados que Stalin envió a esta parte de Siberia. Los huesos de los muertos que caían en el camino eran añadidos a los materiales de construcción, de ahí ese sobrenombre sinistro.
Con un recorrido de 1.197 km., es la más remota de todas las autopistas rusas. Conecta Magadan, en la costa del Pacífico, con Nizhy Bestyakh, en Sakha, en el este de Siberia. Está unida al resto de autopistas del estado sólo en invierno, ya que de momento no hay puente sobre el río Lena, y hay que esperar a que la capa de hielo sea lo suficiente gruesa para cruzar desde Nizhy Bestyakh a Yakutsk. Es una carretera peligrosa, con temperaturas extremadamente gélidas en invierno y práctimente intransitable durante la temporada de lluvias: sólo los últimos 200 km. cercanos a Magadan están asfaltados.
Carretera del Karakórum – China-Pakistan
La Carretera del Karakórum conecta Kashgar (China) con Islamabad (Pakistan), en un recorrido de 1.250 km. que atraviesa las cordilleras más altas de la tierra: el Himalaya, el Karakorum, el Hindu-Kush y el Pamir. Abierta en 1986, llevó 20 años construirla, y su mantenimiento todavía hoy supone un gran reto. El terreno que atraviesa es extremadamente abrupto, en una zona de la tierra con un clima muy riguroso. El deshielo de las montañas en primavera convierte en torrentes de agua la nieve; los desprendimientos de tierra, a veces provocados por pequeños terremotos, son muy comunes.
La KKH (su abreviatura en inglés) es la carretera pavimentada más alta del mundo. El punto más alto en el camino se encuentra en el paso de Khunjerab, a 4.700 metros sobre el nivel del mar. En esta zona es frecuente ver yaks, y es también el territorio del leopardo de las nieves. Las características peculiares de esta carretera hacen que sea considerada como una de las maravillas del mundo, y dicen que los que viajan hasta allí a recorrerla saben enseguida el porqué.